¡Manuel Gago #presume de la arqueología de Galicia!

Un amigo afirma que en Galicia los yacimientos arqueológicos son como las setas: aparecen donde menos te lo esperas y a cada momento. Ni siquiera la Xunta es capaz de estimar cuántos sitios arqueológicos existen porque cada día aparecen nuevos petroglifos, túmulos, castros o incluso campamentos romanos. Y, además, despiertan pasiones. Más allá de la Torre de Hércules, la Muralla de Lugo o el castro de Baroña, me gustaría proponeros una serie de sitios para descubrir el pasado de Galicia, con piedras que casi parecen hablarte al oído. Lugares preciosos, no muy conocidos fuera de Galicia, con pocos visitantes pero (casi todos) perfectamente señalizados y (más o menos) explicados. 

 

Dolmen de Dombate (Cabana de Bergantiños, A Coruña)

Foto: Turismo de Galicia


Es uno de los grandes monumentos megalíticos gallegos, y se encuentra en el corazón de la Costa da Morte. Está hoy tapado por una espectacular cúpula que permite proteger sus valiosas pinturas interiores de las humedades (no se pueden visitar). La visita permite rodear el dolmen, contemplar los idolillos humanos que se dispusieron a la entrada de su corredor. Una curiosidad: la cúpula protectora fue diseñada para que no impidiera que el sol, durante el solsticio de invierno, penetre a través del corredor e ilumine la cámara. La visita a Dombate se puede combinar con otra al castro de Borneiro, un impactante castro en el medio de un bosque.

Para comer: Compensa bajar hasta el puerto de Laxe, con su preciosa playa. Allí, una buena opción para degustar producto de mar es el Mar de Fondo.

 

Área arqueológica de Tourón (Castro Caldelas, Pontevedra)

Foto: Sole Felloza


Tan desconocida como maravillosa. Se trata de todo un valle lleno de petroglifos que se van visitando a través de un cómodo sendero. Es como una especie de catálogo completo del arte rupestre de la Prehistoria gallega (círculos, laberintos, cazoletas, ciervos, e incluso una especie de brujo o chamán), muchas de ellas base para inspirar muchos de los logos y marcas que veréis por Galicia. Vale la pena subir hasta la última de las estaciones, tras una cuestecita, y admirar una impresionante escena de caza de una manada de ciervos. A ver si conseguís localizar al cazador!

Dónde comer: en las proximidades, en la aldea de Tourón, está el Mesón Mexicano, que nos recuerda la importancia de la emigración gallega a este país americano. Curioso para visitar. 

 

O Castelón de Castañoso (A Fonsagrada, Lugo)

Título: Interior de la sauna del Castelón de Castañoso.

Foto: Mariña Patrimonio

Recientemente excavado, llegar hasta este lugar sigue siendo una aventura. Se trata de un castro ubicado en el fondo de un valle fluvial de vegetación exhuberante. Hay que descender por un frondoso bosque e internarse en la pedregosa dorsal que lleva hasta este castro, quizás vinculado a la fiebre del oro de los primeros tiempos de la dominación romana. Según los investigadores, este lugar fue habitado apenas durante 70 años, poco despues del cambio de era. Sin embargo, debido a su aislamiento de las aldeas, se conservó de manera excepcional. Es, posiblemente, el poblado de la Edad del Hierro mejor conservado de Europa, con casas aún de dos plantas, y una increíble sauna que conserva buena parte de la bóveda original tras dos mil años. 

Dónde comer: A Fonsagrada es conocida por su excelente gastronomía. En invierno el asunto va de cocidos. Yo os recomendaría uno de los mejores cocidos de Galicia, en Casa Villar, en Parada Vella. Pero llamad antes, porque su lista de reservas es más difícil que la de Diverxo (y no es broma). 

 

Castro de Lansbrica (San Cibrán de Lás, Santo Amaro, Ourense)

Foto: Google Earth


Tengo que confesar mi devoción por esta auténtica ciudad de la Edad del Hierro. Este inmenso castro (más de 10 hectáreas) fue construido de una sola vez en el siglo II a.C. por un pueblo procedente posiblemente del sur de la antigua Gallaecia, por motivos que desconocemos. Y es una auténtica ciudad, o una colonia, con sus parcelas divididas para cada familia, y cada parcela familiar compuesta por un conjunto de edificaciones alrededor de un patio en las que puedes ver cocinas, hornos, zonas de trabajo. Unas grandes calles conducen hasta el recinto sagrado superior, en el que se encontraron estatuas, inscripciones, su puerta del oeste apuntando a la puesta de sol del 25 de diciembre. En ese recinto superior, en el lienzo oeste, busca una piedra cerca de la muralla. Si te fijas bien, no es fácil, podrás distinguir en ella una inscripción: IOVI (A Júpiter). Toda una fusión entre las creencias galaicas y el nuevo mundo romano

Dónde comer: Una gran opción es el restaurante Sábrego, en la bodega Casal de Armán (San Andrés, Ribadavia). Los buenos vinos de la bodega y una cocina de inspiración tradicional en un hermoso entorno. Reservad antes.


Fuerte romano de Aquae Querquennae (Bande, Ourense)

Foto: Google Earth


Una visita a la frontera entre Galicia y Portugal es siempre recomendable, y pasarse por el complejo del Fuerte romano de Aquae Querquennae (ojo, es un fuerte, no un campamento, no ‘acampaban’, sino que vivían allí) vale una buena visita. Hay un centro de interpretación en la aldea y luego una fortificación legionaria construída durante el primer siglo de conquista, quizás para planificar la construcción de la Vía Nova. El campamento está en buen estado de conservación: es posible distinguir todas sus áreas, aunque no es visible todo el año, ya que queda cubierto por las aguas de un embalse durante varios meses. Pero lo curioso es seguir andando y veréis más cosas curiosas. Un poco más allá hay una mansio, es decir, una posada para los viajeros que recorrían la vía. La posada lo tiene todo, desde un horno hasta una gran sala en la que no es difícil imaginarse a soldados y viajeros entretenerse y beber un buen vino de la zona. Y aún más allá está lo más mágico del lugar. Las termas. Son gratuitas, e ir en invierno, de noche, viendo como el vapor nace de la tierra, iluminado por la luna, es una experiencia inolvidable.

Dónde comer: En Celanova recomiendo dos sitios, la Rectoral de Ansemil, una casa de turismo rural preocupada por recuperar las raices de la cultura tradicional, y en el centro de Celanova, mi recomendación es ir a probar la Pata dos Poetas, en el Forno do Lito. Se hace los jueves y los domingos y son pies de cerdo al horno. Buenísimo. Eso sí, reservad antes no sólo para el sitio, sino también para el plato. Como lleva mucho tiempo prepararlas, la disponibilidad es limitada.

 

Castillo altomedieval de O Casón (Ortigueira)

Título: Vistas desde lo alto del castillo de O Casón

Foto: Sole Felloza

No es fácil encontrar en Galicia castillos de los inicios de la Edad Media que hayan sido puestos en valor, pero este es el caso del castillo de O Casón, sobre la ría de Ortigueira. Se trata de un tipo de castillo que es muy diferente a los que estamos acostumbrados a ver en las películas. Tiene tres recintos con murallas pétreas, un reducto en la zona más alta y otro más amplio en la zona inferior, en el que no es difícil imaginarse una zona de refugio. Este castillo nos habla de la necesidad de controlar el mar, de la búsqueda de un lugar seguro en momentos de miedo y también de la voluntad de controlar el territorio. Visitar la comarca de Ortegal vale la pena. Y si podéis acercaros a este desconocido testimonio de una época tan convulsa como desconocida no os defraudará. 

Dónde comer: En la zona hay muchos pequeños restaurantes de buena relación calidad/precio. Se puede ir hasta Cariño y probar allí productos del mar en la Taberna Bardancas.

 

Mapa de los sitios recomendados (en Google Maps):